La siguiente dinámica de Design Thinking está diseñada para explicar a los alumnos cómo aplicar este poderoso método en el contexto de innovación social. A través de un proceso colaborativo se busca que los estudiantes comprendan la importancia de la empatía, la definición de problemas reales, la generación de ideas innovadoras, la materialización de conceptos en prototipos y la validación de las soluciones por medio del testeo y la retroalimentación.
El enfoque se centra en ayudar a los estudiantes a identificar y abordar problemas sociales con impacto positivo en su comunidad. Este método no solo promueve el desarrollo de habilidades técnicas y creativas, sino que también incentiva la participación activa y la reflexión crítica sobre cómo cada uno puede contribuir al cambio social.
La dinámica se divide en cinco fases, indicando cada una los pasos fundamentales para trabajar en una problemática social concreta. Cada fase está diseñada para que los alumnos hagan uso de sus capacidades de análisis, creatividad y trabajo en equipo. A continuación se detalla cada componente del proceso:
En esta primera etapa, el objetivo es que los estudiantes se coloquen en el lugar de las personas afectadas por un problema social en su comunidad. Se motiva a los alumnos a comprender y sentir las necesidades, desafíos y emociones de los usuarios.
Divide a la clase en pequeños grupos de 4 a 6 alumnos. Cada equipo debe:
Se recomienda utilizar recursos visuales como mapas de empatía o diagramas sencillos en papel para organizar y plasmar las observaciones.
Con la información recabada durante la empatía, cada grupo debe sintetizar sus hallazgos y definir claramente el problema social a abordar. Este paso es fundamental para encaminar el proceso de innovación hacia una solución focalizada y relevante.
Cada grupo debe:
La fase de ideación se centra en la inspiración y la creatividad. Aquí se invita a los alumnos a liberar su imaginación, sin restricciones, y a proponer soluciones innovadoras para el problema definido. El enfoque es generar en cantidad y diversidad de ideas.
Los equipos realizarán una lluvia de ideas, utilizando post-its, pizarras o incluso herramientas digitales, si están disponibles. Se deben cumplir las siguientes reglas:
Este paso refuerza la importancia de la diversidad de pensamientos para lograr soluciones innovadoras.
En la fase de prototipado, los alumnos deben transformar sus ideas en representaciones físicas o visuales. El prototipo no tiene por qué ser perfecto; lo importante es poder materializar la idea lo suficiente para poder evaluarla.
Cada grupo seleccionará una o dos de las ideas generadas y:
Se recomienda documentar el proceso con fotografías o videos para una evaluación posterior y para reflexionar sobre la metodología aplicada.
La última fase consiste en presentar el prototipo al resto de la clase y recibir retroalimentación constructiva. Este testeo es clave para identificar mejoras y validar la efectividad de la solución diseñada.
Cada grupo expondrá su prototipo en un formato de presentación tipo “pitch”. Durante la exposición, los siguientes criterios deberán ser considerados:
Tras cada presentación, se abrirá un espacio para preguntas y sugerencias por parte de los compañeros, incentivando un ambiente de colaboración y aprendizaje conjunto.
Fase | Objetivo | Actividad | Duración Sugerida |
---|---|---|---|
Empatizar | Comprender el problema y sentirse en el lugar del afectado | Identificar problemas sociales, entrevistas simuladas y uso de mapas de empatía | 30 minutos |
Definir | Clarificar el problema a resolver | Elaborar declaraciones de problema y establecer preguntas focales | 20 minutos |
Idear | Generar un abanico de ideas innovadoras sin restricciones | Lluvia de ideas y selección de propuestas | 30 a 40 minutos |
Prototipar | Convertir la idea en una representación tangible | Creación de modelos, maquetas o dibujos | 30 a 40 minutos |
Testear | Obtener retroalimentación y mejorar la propuesta | Presentación estilo pitch y sesión de feedback | 20 a 30 minutos |
Para facilitar el proceso, es útil contar con algunos recursos y herramientas:
Es esencial que tanto los estudiantes como el facilitador de la dinámica hagan un seguimiento del proceso con reflexiones y discusiones en cada fase. Esto ayuda a identificar no solo las fortalezas de cada solución, sino también las áreas de mejora y oportunidades de aprendizaje.
El rol del facilitador es crucial en la implementación de esta dinámica. Algunas recomendaciones prácticas incluyen:
Asimismo, se recomienda que el facilitador registre las ideas principales y anote observaciones durante cada fase, lo que permitirá mejorar futuras implementaciones y ajustar la dinámica a las necesidades específicas de los alumnos.
Para inspirar a los estudiantes, se puede presentar algunos ejemplos reales de proyectos de innovación social que utilizan el Design Thinking. Estos casos ayudan a contextualizar el proceso y a demostrar que las ideas pueden transformar realidades.
Estos ejemplos demuestran cómo el Design Thinking puede ser un catalizador para el cambio social, poniendo en valor la colaboración, la creatividad y la empatía como herramientas para construir un futuro más justo y sostenible.
Para cerrar la dinámica, se recomienda realizar una sesión de evaluación donde cada grupo reflexione sobre su experiencia:
Este ejercicio de reflexión no solo consolida el aprendizaje del Design Thinking, sino que promueve la autocrítica y la mejora continua, haciendo que la experiencia sea enriquecedora para todos los participantes.