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Hematoma: Causas, síntomas, tratamiento y más

Todo lo que necesitas saber sobre los hematomas, desde su definición hasta cómo tratarlos eficazmente.

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Puntos clave sobre los hematomas

  • Definición: Un hematoma es una acumulación de sangre fuera de los vasos sanguíneos, generalmente causada por una lesión que daña la pared vascular.
  • Causas: Los hematomas pueden ser resultado de golpes, contusiones, cirugías o ciertas condiciones médicas que afectan la coagulación sanguínea.
  • Tratamiento: El tratamiento varía desde aplicar hielo y elevar la zona afectada hasta, en casos graves como los hematomas intracraneales, requerir cirugía.

¿Qué es un hematoma?

Un hematoma, también conocido como moretón, cardenal, o moradura, es una acumulación de sangre que se produce fuera de los vasos sanguíneos, dentro de los tejidos del cuerpo. Esta acumulación es generalmente el resultado de un traumatismo o lesión que rompe pequeños vasos sanguíneos, como los capilares, permitiendo que la sangre se filtre al tejido circundante.

El término "hematoma" proviene del griego "haimato-" (sangre) y "-ōma" (tumor), aunque no es un tumor en el sentido neoplásico. La sangre acumulada puede coagularse y formar una masa, y la zona afectada puede presentar dolor, hinchazón y decoloración de la piel.

Es importante destacar que un hematoma es diferente a un coágulo de sangre. Mientras que el hematoma implica la acumulación de sangre fuera de un vaso, un coágulo es una masa de sangre que se forma dentro de un vaso sanguíneo.


Causas y factores de riesgo de los hematomas

Los hematomas pueden originarse por diversas causas y factores, desde lesiones menores hasta condiciones médicas subyacentes.

Hematoma en la pierna, mostrando la decoloración típica.

Traumatismos y lesiones

La causa más común de los hematomas son los traumatismos físicos. Estos pueden incluir:

  • Golpes y contusiones: Impactos directos que rompen los vasos sanguíneos debajo de la piel.
  • Lesiones deportivas: Esguinces, distensiones musculares o contusiones sufridas durante la práctica deportiva.
  • Cirugías: Los procedimientos quirúrgicos pueden dañar los vasos sanguíneos, resultando en hematomas postoperatorios.
  • Inyecciones: Algunas veces, las inyecciones pueden causar pequeños hematomas en el sitio de la inyección.

Factores de riesgo

Ciertos factores pueden aumentar la susceptibilidad a desarrollar hematomas:

  • Edad: Los adultos mayores tienden a desarrollar hematomas con mayor facilidad debido a que sus capilares son más frágiles y la piel es más delgada.
  • Medicamentos:
    • Anticoagulantes: Fármacos como la warfarina, el dabigatrán, el rivaroxabán y el apixabán, que previenen la coagulación de la sangre, aumentan el riesgo de hematomas.
    • Antiagregantes plaquetarios: Medicamentos como la aspirina y el clopidogrel también incrementan el riesgo.
    • Corticosteroides: El uso prolongado de corticosteroides puede debilitar los vasos sanguíneos y hacer que la piel sea más propensa a los hematomas.
  • Condiciones médicas:
    • Trastornos de la coagulación: Hemofilia y la enfermedad de Von Willebrand.
    • Trombocitopenia: Niveles bajos de plaquetas en la sangre.
    • Enfermedades hepáticas: Cirrosis, que afecta la producción de factores de coagulación.
    • Deficiencias vitamínicas: Especialmente la falta de vitamina C o vitamina K.
  • Factores hormonales: Los cambios hormonales durante el síndrome premenstrual o el embarazo pueden aumentar la facilidad para desarrollar hematomas.

Tipos específicos de hematomas

Además de los hematomas superficiales en la piel, existen otros tipos que pueden ser más graves:

  • Hematoma óseo: Lesión en el hueso, menos grave que una fractura, pero que puede ser muy dolorosa.
  • Hematoma intracraneal: Acumulación de sangre dentro del cráneo, que puede ejercer presión sobre el cerebro y ser potencialmente mortal. Existen varios tipos de hematomas intracraneales, incluyendo:
    • Hematoma subdural: Sangrado entre la duramadre y la aracnoides (capas que cubren el cerebro).
    • Hematoma epidural: Sangrado entre la duramadre y el cráneo.
    • Hematoma intraparenquimatoso: Sangrado dentro del tejido cerebral.
  • Hematoma espinal: Acumulación de sangre en la médula espinal, que puede causar compresión y daño neurológico.

Síntomas y evolución de los hematomas

Los síntomas de un hematoma varían dependiendo de su ubicación, tamaño y causa subyacente. La evolución del color de un hematoma es un indicador visual del proceso de curación.

Ilustración de un hematoma en la piel.

Síntomas comunes

  • Dolor: Los hematomas suelen ser dolorosos al tacto, especialmente en las primeras etapas. La intensidad del dolor puede variar desde una leve molestia hasta un dolor agudo, dependiendo del tamaño y la ubicación del hematoma.
  • Hinchazón: La inflamación es una respuesta natural del cuerpo a la lesión. La hinchazón puede causar rigidez y limitación del movimiento en la zona afectada.
  • Decoloración de la piel: Uno de los signos más visibles de un hematoma es el cambio de color de la piel. Este proceso de decoloración es un indicador de la degradación de la hemoglobina y la reabsorción de la sangre por el cuerpo.
  • Sensibilidad: La zona del hematoma puede estar sensible al tacto o a la presión.

Evolución del color del hematoma

La decoloración de un hematoma sigue un patrón predecible a medida que la sangre se degrada y se reabsorbe:

  1. Rojo: Inicialmente, el hematoma aparece de color rojo debido a la presencia de sangre fresca rica en hemoglobina en la zona lesionada.
  2. Morado o Azul Oscuro: En los primeros uno a dos días, la sangre pierde oxígeno y se coagula, lo que hace que el hematoma se vuelva morado o azul oscuro.
  3. Negro: Entre el primer y tercer día, el hematoma puede oscurecerse aún más, apareciendo casi negro debido a la descomposición de la hemoglobina.
  4. Verde: Después de aproximadamente 5 a 10 días, el hematoma comienza a adquirir un color verdoso. Esto se debe a la conversión de la hemoglobina en biliverdina, un pigmento biliar verdoso.
  5. Amarillo: Finalmente, entre los días 10 y 14, el hematoma se vuelve amarillo a medida que la biliverdina se convierte en bilirrubina, otro pigmento biliar.
  6. Desaparición: Con el tiempo, el hematoma se desvanece gradualmente hasta que la piel recupera su color normal. Este proceso puede tardar entre dos y cuatro semanas, dependiendo del tamaño y la profundidad del hematoma.

Cuándo buscar atención médica

Aunque la mayoría de los hematomas son inofensivos y se resuelven por sí solos, hay situaciones en las que es importante buscar atención médica:

  • Dolor intenso: Si el dolor es insoportable o no mejora con analgésicos de venta libre.
  • Hinchazón excesiva: Si la hinchazón es severa y limita el movimiento.
  • Signos de infección: Enrojecimiento, calor, pus o fiebre.
  • Hematomas inexplicables: Si aparecen hematomas sin una causa aparente o con facilidad inusual.
  • Hematomas grandes: Especialmente si se localizan en áreas como la cabeza, el cuello o el abdomen.
  • Síntomas neurológicos: Confusión, mareos, pérdida de conciencia, convulsiones o debilidad en los brazos o las piernas.
  • Sangrado excesivo: Si se están tomando anticoagulantes y se desarrollan hematomas grandes o sangrado inusual.

Tratamiento y cuidados para los hematomas

El tratamiento de los hematomas generalmente se centra en aliviar el dolor, reducir la hinchazón y acelerar el proceso de curación. En la mayoría de los casos, los hematomas leves se pueden tratar en casa con medidas sencillas.

Medidas iniciales

  • Hielo: Aplicar una bolsa de hielo envuelta en una tela o toalla sobre el hematoma durante 15-20 minutos cada vez, varias veces al día, especialmente en las primeras 24-48 horas después de la lesión. El hielo ayuda a reducir el flujo sanguíneo, minimizar la hinchazón y aliviar el dolor.
  • Elevación: Elevar la zona afectada por encima del nivel del corazón puede ayudar a reducir la hinchazón y el dolor.
  • Reposo: Evitar actividades que puedan agravar la lesión.

Tratamientos adicionales

  • Compresión: Envolver la zona afectada con un vendaje elástico puede ayudar a reducir la hinchazón y proporcionar soporte.
  • Analgésicos: Los analgésicos de venta libre, como el paracetamol o el ibuprofeno, pueden ayudar a aliviar el dolor.
  • Pomadas y cremas: Existen pomadas y cremas tópicas que pueden ayudar a reducir la inflamación y acelerar la curación del hematoma. Algunas contienen ingredientes como árnica o vitamina K.

Tratamientos médicos

En casos más graves, puede ser necesario un tratamiento médico más intensivo. Por ejemplo:

  • Drenaje: En algunos casos, un hematoma grande y doloroso puede requerir drenaje por un profesional de la salud.
  • Cirugía: Los hematomas intracraneales o espinales pueden requerir cirugía para aliviar la presión sobre el cerebro o la médula espinal.

Remedios caseros

Algunos remedios caseros que se cree que pueden ayudar a acelerar la curación de los hematomas incluyen:

  • Calor: Después de los primeros días, aplicar calor suave puede ayudar a aumentar el flujo sanguíneo y promover la reabsorción de la sangre.
  • Masaje suave: Masajear suavemente la zona alrededor del hematoma puede ayudar a mejorar la circulación y reducir la hinchazón.
  • Suplementos: Algunas personas toman suplementos como vitamina C, vitamina K o bromelina para ayudar a acelerar la curación.

Prevención

Si bien no siempre es posible prevenir los hematomas, hay algunas medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo:

  • Usar equipo de protección: Al practicar deportes o realizar actividades que puedan causar lesiones.
  • Mantener una buena iluminación: Para evitar tropezones y caídas en el hogar.
  • Asegurarse de que los medicamentos se administren correctamente: Si se están tomando anticoagulantes o antiagregantes plaquetarios.
  • Mantener una dieta saludable: Rica en vitaminas y minerales para fortalecer los vasos sanguíneos.

Tipos de hematomas y sus características

Los hematomas se clasifican según su ubicación y la gravedad de la lesión. A continuación, se presenta una tabla que resume los diferentes tipos de hematomas, sus causas, síntomas y tratamientos.

Tipo de Hematoma Ubicación Causas Comunes Síntomas Tratamiento
Subcutáneo Debajo de la piel Golpes, contusiones Decoloración, dolor leve a moderado, hinchazón Hielo, elevación, analgésicos
Intramuscular Dentro del músculo Lesiones deportivas, traumatismos Dolor moderado a severo, rigidez, limitación del movimiento Hielo, reposo, compresión, fisioterapia
Óseo En el hueso Traumatismos, fracturas Dolor intenso, sensibilidad, hinchazón Reposo, inmovilización, analgésicos, fisioterapia
Subdural Entre la duramadre y la aracnoides (cerebro) Traumatismos craneales, caídas Dolor de cabeza, confusión, mareos, convulsiones, pérdida de conciencia Cirugía (drenaje), medicamentos para controlar la presión intracraneal
Epidural Entre la duramadre y el cráneo Traumatismos craneales Dolor de cabeza, vómitos, somnolencia, convulsiones Cirugía (drenaje)
Intraparenquimatoso Dentro del tejido cerebral Traumatismos craneales, accidentes cerebrovasculares Dolor de cabeza, debilidad, problemas del habla, convulsiones, coma Manejo de la presión intracraneal, cirugía (en algunos casos)

Hematoma subdural: Una visión detallada

El hematoma subdural es una acumulación de sangre entre la duramadre (la capa más externa de las meninges) y la aracnoides (la capa intermedia) que rodean el cerebro. Generalmente, es causado por un traumatismo craneal que rompe las venas que conectan la superficie del cerebro con los senos venosos durales.

Este video explica qué es un hematoma subdural, cómo se diagnostica y cuáles son las opciones de tratamiento. Es relevante porque proporciona una explicación clara y concisa de una condición que puede ser potencialmente grave.

Causas

Las causas más comunes de un hematoma subdural incluyen:

  • Traumatismos craneales: Caídas, accidentes automovilísticos, agresiones.
  • Lesiones en la cabeza: Incluso lesiones menores, especialmente en personas mayores o en aquellos que toman anticoagulantes.

Síntomas

Los síntomas de un hematoma subdural pueden variar dependiendo de la velocidad con la que se acumula la sangre y la cantidad de presión que ejerce sobre el cerebro. Los síntomas pueden incluir:

  • Dolor de cabeza: Que puede empeorar con el tiempo.
  • Confusión.
  • Mareos.
  • Náuseas y vómitos.
  • Problemas del habla.
  • Debilidad en un lado del cuerpo.
  • Convulsiones.
  • Pérdida de conciencia.

Diagnóstico

El diagnóstico de un hematoma subdural generalmente se realiza mediante pruebas de imagenología, como:

  • Tomografía computarizada (TC): Permite visualizar la acumulación de sangre en el cerebro.
  • Resonancia magnética (RM): Proporciona imágenes más detalladas del cerebro y puede ser útil para detectar hematomas más pequeños o crónicos.

Tratamiento

El tratamiento de un hematoma subdural depende del tamaño del hematoma, la gravedad de los síntomas y la salud general del paciente. Las opciones de tratamiento pueden incluir:

  • Observación: En casos de hematomas pequeños y síntomas leves, puede ser suficiente con monitorizar al paciente y esperar a que el hematoma se reabsorba por sí solo.
  • Drenaje quirúrgico: Si el hematoma es grande y causa presión significativa sobre el cerebro, puede ser necesario realizar una cirugía para drenar la sangre acumulada.
  • Medicamentos: Para controlar la presión intracraneal, prevenir convulsiones o tratar otros síntomas asociados.

Preguntas Frecuentes (FAQ)

¿Cuánto tiempo tarda en desaparecer un hematoma?

Generalmente, un hematoma tarda entre 2 y 4 semanas en desaparecer por completo. El tiempo exacto depende del tamaño y la profundidad del hematoma, así como de la capacidad de curación de cada persona.

¿Es normal que un hematoma cambie de color?

Sí, es completamente normal. Los cambios de color (rojo, morado, negro, verde, amarillo) reflejan las diferentes etapas de la descomposición de la hemoglobina y la reabsorción de la sangre por el cuerpo.

¿Cuándo debo preocuparme por un hematoma?

Deberías buscar atención médica si experimentas dolor intenso, hinchazón excesiva, signos de infección, hematomas inexplicables, síntomas neurológicos o si estás tomando anticoagulantes.

¿Qué puedo hacer para acelerar la curación de un hematoma?

Aplicar hielo, elevar la zona afectada, usar analgésicos de venta libre y, en algunos casos, utilizar pomadas o cremas tópicas pueden ayudar a acelerar la curación.

¿Pueden los hematomas ser un signo de una condición médica subyacente?

Sí, en algunos casos, los hematomas pueden ser un síntoma de trastornos de la coagulación, trombocitopenia, enfermedades hepáticas o deficiencias vitamínicas. Si aparecen hematomas sin causa aparente, es importante consultar a un médico.


Referencias

middlesexhealth.org
Hematoma // Middlesex Health

Last updated April 15, 2025
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