Las bacterias patógenas han desarrollado sofisticadas estrategias para interactuar con sus huéspedes. Una de las más cruciales es la capacidad de adherirse firmemente a las células del huésped, un paso inicial indispensable para la colonización y el desarrollo de infecciones. Entre las moléculas responsables de esta adherencia, las proteínas de superficie como la intimina juegan un papel protagónico, especialmente en bacterias como Escherichia coli enteropatógena (EPEC) y enterohemorrágica (EHEC).
La intimina es una proteína de aproximadamente 94-97 kDa localizada en la membrana externa de ciertas bacterias Gram-negativas. Codificada por el gen eae (E. coli attaching and effacing), usualmente encontrado dentro de una región genética llamada "locus of enterocyte effacement" (LEE), la intimina pertenece a una familia más grande de adhesinas bacterianas.
Su función principal es actuar como un "pegamento molecular", estableciendo una conexión extremadamente fuerte entre la bacteria y la célula huésped. A diferencia de otras adhesinas que median una unión más laxa (como los pili o fimbrias), la intimina es responsable de la adhesión íntima, un prerrequisito para la manipulación celular que realizan patógenos como EPEC y EHEC.
La estructura de la intimina está adaptada a su función en la interfaz bacteria-huésped. Consta de dos dominios principales:
Esta organización estructural es característica de la familia de proteínas Int/Inv (Intimina/Invasina), que incluye otras adhesinas importantes como las invasinas de Yersinia spp., aunque estas últimas suelen unirse a receptores celulares diferentes (integrinas β1).
Representación esquemática de diversas estructuras de superficie bacteriana implicadas en la adhesión a células huésped. Imagen de Nature Reviews Microbiology.
La unión mediada por intimina es un proceso fascinante que implica la manipulación activa de la célula huésped por parte de la bacteria. No se trata simplemente de que la intimina encuentre un receptor preexistente en la célula intestinal. En cambio, la bacteria primero "prepara el terreno":
Este proceso no solo asegura una adhesión bacteriana extremadamente estable, sino que también altera la función normal del epitelio intestinal, contribuyendo a la pérdida de fluidos (diarrea) y a la inflamación.
El siguiente vídeo (en inglés, pero con subtítulos disponibles) ilustra mecanismos utilizados por E. coli diarreogénicas, incluyendo la interacción crucial entre intimina y Tir para la adhesión a las células intestinales.
Este vídeo proporciona un contexto visual sobre cómo patógenos como EHEC utilizan factores de virulencia, incluyendo la intimina, para interactuar con el huésped y causar enfermedad. La mención específica de la unión de intimina a las proteínas Tir insertadas resalta la importancia de este mecanismo.
Llevar una proteína grande como la intimina hasta la superficie externa y asegurar que su dominio de unión esté correctamente expuesto no es trivial para la bacteria. Las intiminas, junto con las invasinas, utilizan un mecanismo de secreción particular, a veces denominado Secreción Tipo Ve o "transportador autotransportador inverso".
A diferencia de los autotransportadores clásicos donde el dominio C-terminal forma el poro en la membrana externa para la salida del dominio N-terminal (pasajero), en el sistema Tipo Ve, el dominio N-terminal forma el barril β en la membrana externa, y este facilita la translocación del dominio C-terminal (pasajero) a través de la membrana externa hacia la superficie celular. Este proceso requiere que el dominio pasajero C-terminal mantenga una conformación competente para la translocación mientras atraviesa el periplasma, evitando un plegamiento prematuro que impediría su paso por el poro del barril β.
Se han identificado varias variantes de intimina (α, β, γ, δ, ε, entre otras), que difieren principalmente en la secuencia de aminoácidos de su dominio C-terminal de unión al receptor. Esta diversidad tiene implicaciones importantes:
El siguiente gráfico radar ilustra una comparación hipotética de características clave entre diferentes variantes de intimina, basada en conocimientos generales sobre su función y diversidad. Estos valores son representativos y no se basan en datos experimentales específicos no proporcionados.
Este gráfico compara aspectos como la fuerza con la que cada variante podría unirse, su preferencia por el receptor Tir, la posibilidad de unirse a otras moléculas del huésped, su capacidad para evadir el sistema inmune y la eficiencia con la que inducen las lesiones A/E. Variantes como la Intimina γ, a menudo asociada con cepas EHEC más virulentas, podrían mostrar valores más altos en características clave como la fuerza de adhesión y la eficiencia en formar lesiones.
Para visualizar las relaciones entre los diferentes componentes involucrados en la adhesión mediada por intimina, el siguiente mapa mental resume los conceptos centrales:
Este mapa ilustra cómo la estructura de la intimina se relaciona con su función de adhesión, el mecanismo dependiente de Tir y T3SS que conduce a las lesiones A/E, su pertenencia a la familia Int/Inv, su particular modo de secreción y la existencia de diversas variantes.
La siguiente tabla resume las características esenciales de la intimina y su interacción con el receptor Tir:
Característica | Descripción |
---|---|
Proteína | Intimina |
Gen Codificante | eae (generalmente en el locus LEE) |
Localización Bacteriana | Membrana externa |
Tipo de Proteína | Adhesina no fimbrial; Miembro de la familia Int/Inv; Secretada por sistema Tipo Ve |
Receptor Principal | Tir (Translocated Intimin Receptor) |
Localización del Receptor | Insertado en la membrana plasmática de la célula huésped (translocado por la bacteria vía T3SS) |
Función Principal | Mediar la adhesión íntima de la bacteria a la célula huésped |
Resultado de la Interacción | Formación de lesiones de Unión y Borramiento (A/E); Reorganización del citoesqueleto de actina; Señalización intracelular |
Patógenos Asociados | Escherichia coli Enteropatógena (EPEC), Escherichia coli Enterohemorrágica (EHEC), Citrobacter rodentium (modelo murino) |
La intimina es una proteína de adhesión que se encuentra en la superficie externa de ciertas bacterias patógenas, como EPEC y EHEC. Su función principal es permitir que la bacteria se adhiera muy fuertemente (unión íntima) a las células del intestino del huésped.
La intimina se une a un receptor específico llamado Tir (Translocated Intimin Receptor). Lo interesante es que la propia bacteria produce Tir y lo inyecta en la célula huésped usando un sistema de secreción tipo III. Una vez Tir está en la membrana de la célula huésped, la intimina de la superficie bacteriana se une a él.
Son cambios característicos que ocurren en las células intestinales infectadas por bacterias como EPEC y EHEC. La unión de la intimina a Tir provoca que las microvellosidades normales de la célula desaparezcan (borramiento) y que se forme una estructura tipo pedestal de actina justo debajo de la bacteria adherida (unión). Estas lesiones dañan la célula y contribuyen a la enfermedad.
No. Las intiminas son características de un grupo específico de patógenos, principalmente EPEC, EHEC y Citrobacter rodentium. Otras bacterias patógenas utilizan diferentes tipos de adhesinas (como fimbrias, pili, o proteínas como las invasinas en Yersinia) para unirse a las células huésped, a menudo interactuando con receptores celulares distintos.
Sí, existen varias variantes o tipos de intimina (designadas con letras griegas como α, β, γ, δ, etc.). Estas variantes difieren principalmente en la parte de la proteína que se une al receptor (el dominio C-terminal). Estas diferencias pueden afectar la fuerza de la unión, la especificidad por el receptor y cómo interactúan con el sistema inmunitario del huésped.