El Capítulo A.9 de la NSR-10 se centra en los elementos no estructurales, que comprenden componentes en una edificación que, si bien no participan directamente en la carga primordial de la estructura, son esenciales para la funcionalidad, estética y seguridad de la construcción. Estos elementos se deben diseñar, construir y mantener de forma que, incluso durante eventos sísmicos, no comprometan la integridad general del edificio.
A continuación se presenta una gráfica conceptual y un análisis detallado de los distintos elementos no estructurales y los roles profesionales encargados de su manejo en cada fase del proyecto: Diseño, Construcción y Operación/Mantenimiento.
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graph LR
A[Diseño] --> B[Construcción]
B --> C[Operación/Mantenimiento]
subgraph Profesionales
D[Arquitectos]
E[Ingenieros Civiles]
F[Constructores/Técnicos]
end
subgraph Elementos No Estructurales
G[Acabados Arquitectónicos (pisos, muros interiores, cielorrasos)]
H[Instalaciones (eléctricas, hidráulicas, sanitarias, de gas, de ventilación y aire acondicionado)]
I[Equipos Mecánicos (ascensores, escaleras eléctricas, climatización)]
J[Muros Divisorios y Fachadas]
end
A -->|Diseño de planos y especificaciones| G & H & I & J
A --> D & E
B -->|Supervisión técnica y ejecución| G & H & I & J
B --> E & D & F
C -->|Mantenimiento preventivo y correctivo| G & H & I & J
C --> F
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La gráfica conceptual anterior ilustra la interrelación entre las fases del proyecto y los elementos no estructurales junto con los profesionales responsables. Las flechas indican el flujo desde el diseño y la especificación hasta la implementación y la posterior operación y mantenimiento.
Los acabados abarcan recubrimientos de pisos, paredes y techos. Esto incluye enchapes, estucos, pinturas, y cielorrasos; son fundamentales para lograr una estética definida y contribuir al aislamiento térmico y acústico de los espacios.
Durante sismos, estos elementos deben mantenerse adheridos y evitar desprendimientos que puedan ocasionar lesiones o daños secundarios. Por ello, se requieren especificaciones especiales en términos de anclajes y materiales de alta adherencia.
Las instalaciones cubren sistemas eléctricos, hidráulicos, de gas, de ventilación y de aire acondicionado. Estos sistemas no solo son vitales para la funcionalidad del edificio, sino que si fallan durante o después de un sismo, pueden desencadenar riesgos mayores, como incendios o inundaciones.
Es crucial que se diseñen con sistemas de anclaje adecuados y se realicen pruebas para confirmar su comportamiento sísmico. Los equipos de instalaciones deben estar integrados con los sistemas estructurales para minimizar el riesgo de caída o mal funcionamiento.
Este grupo incluye ascensores, escaleras eléctricas y sistemas de climatización. Estos equipos tienen un impacto importante en la seguridad y operatividad del edificio, ya que su funcionamiento es esencial para la evacuación y el confort de los usuarios.
Su instalación y anclaje correctos son vitales, especialmente en áreas estratégicas. Cualquier fallo en estos sistemas puede obstaculizar operaciones críticas durante emergencias o sismos.
Los muros divisorios internos no solo separan espacios, sino que pueden contribuir a la compartimentación del edificio en situaciones de emergencia. Las fachadas, además de ser elementos estéticos, deben cumplir funciones de cerramiento y aislamiento.
Ambos elementos deben ser diseñados para evitar una interacción perjudicial con la estructura principal y reducir la posibilidad de colapso o desprendimientos durante movimientos sísmicos.
Durante esta fase, el diseño de los elementos no estructurales es crucial para definir especificaciones y métodos constructivos que aseguren su desempeño durante eventos sísmicos. Los principales responsables son:
En la fase de construcción, la correcta implementación de lo especificado en el diseño es vital para lograr sistemas seguros y eficientes. Los responsables durante esta fase son:
Tras la construcción, la fase de operación y mantenimiento es otra etapa crítica. Se centra en preservar el buen estado y funcionamiento de los elementos no estructurales durante la vida útil de la edificación. Los actores clave en esta fase son:
Elemento No Estructural | Descripción | Responsabilidad en Diseño | Responsabilidad en Construcción | Responsabilidad en Operación/Mantenimiento |
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Acabados Arquitectónicos | Revestimientos y terminaciones de pisos, muros y techos en función de la estética y protección. | Arquitectos y diseñadores especializados. | Arquitectos, ingenieros civiles y constructores supervisores. | Técnicos de mantenimiento y administradores de edificaciones. |
Instalaciones | Sistemas eléctricos, hidráulicos, sanitarios, de gas y de ventilación. | Ingenieros civiles y especialistas en instalaciones. | Ingenieros civiles y residentes, contratistas. | Ingenieros de mantenimiento y técnicos especializados. |
Equipos y Sistemas Mecánicos | Ascensores, escaleras eléctricas y sistemas de climatización. | Ingenieros civiles y arquitectos (integración funcional). | Supervisión técnica de ingenieros y constructores. | Mantenimiento especializado y revisiones de seguridad. |
Muros Divisorios y Fachadas | Elementos para la compartimentación interna y cerramientos exteriores. | Arquitectos e ingenieros en estructura, considerando aspectos sismorresistentes. | Supervisores de obra, arquitectos y constructores. | Técnicos de mantenimiento y administradores de edificios. |
La integración de varios profesionales a lo largo de las fases del proyecto permite un enfoque holístico en el comportamiento de los elementos no estructurales. La coherencia entre el diseño, la ejecución y el mantenimiento asegura que cada elemento cumpla sus funciones de forma eficiente y segura durante eventos críticos, especialmente sísmicos.
Es indispensable que arquitectos, ingenieros civiles y técnicos colaboren estrechamente para:
La NSR-10 establece pautas precisas para garantizar la integridad de los elementos no estructurales en condiciones normales y durante sismos. Con el tiempo, estas normativas se han actualizado para incluir nuevos criterios de desempeño, que van desde clasificaciones (“superior”, “bueno” y “bajo”) hasta la integración de nuevos materiales y técnicas constructivas.
Cada fase del proyecto incorpora estos parámetros, asegurando que la edificación no solo cumpla con la normatividad vigente, sino que también ofrezca soluciones innovadoras para el manejo de riesgos asociados a elementos no estructurales.