El cribado auditivo neonatal es un conjunto de pruebas fundamentales que se realizan a los bebés recién nacidos para detectar posibles pérdidas de audición de forma temprana. Detectar estos problemas en las primeras semanas o meses de vida es crucial para el desarrollo futuro del niño. A continuación, te explicamos en qué consiste y cómo se visualiza este proceso.
El cribado auditivo neonatal es un examen estándar recomendado por organizaciones como la Academia Americana de Pediatría (AAP) y obligatorio en muchos lugares, como España, antes del alta hospitalaria. Su objetivo principal es identificar a los recién nacidos con pérdida auditiva congénita, que afecta aproximadamente a 2-4 de cada 1.000 bebés.
La audición es fundamental para el desarrollo del habla y el lenguaje. Sin una detección temprana, un niño con hipoacusia puede experimentar retrasos significativos en estas áreas, lo que puede afectar su rendimiento académico, sus habilidades sociales y su desarrollo personal general. El cribado permite iniciar el tratamiento o la intervención (como audífonos o terapia del lenguaje) antes de los 6 meses de edad, un estándar de salud internacional que mejora drásticamente el pronóstico y la calidad de vida del niño.
Las pruebas de cribado se realizan en un ambiente tranquilo, generalmente mientras el bebé está dormido o muy calmado, para asegurar la comodidad del pequeño y la fiabilidad de los resultados. El procedimiento es rápido, durando habitualmente entre 5 y 20 minutos, y es completamente indoloro y no invasivo.
Existen dos métodos principales utilizados en el cribado auditivo neonatal:
Las EOA miden la respuesta del oído interno (cóclea) a los sonidos. Se introduce una pequeña sonda suave o auricular en el conducto auditivo externo del bebé. Esta sonda emite sonidos suaves (clics o tonos) y un micrófono sensible incorporado registra las "emisiones" o ecos que la cóclea sana produce en respuesta.
Una imagen de una prueba EOA mostraría al bebé descansando tranquilamente, mientras un profesional de la salud sostiene un pequeño dispositivo portátil conectado a una sonda que se inserta suavemente en la entrada del oído del bebé. El enfoque estaría en la delicadeza del procedimiento y la comodidad del niño.
Prueba de Emisiones Otoacústicas (EOA) mostrando la sonda colocada en el oído del bebé.
Bebé tranquilo mientras se le realiza una prueba auditiva tipo EOA.
Los PEATC (a veces llamados ABR por sus siglas en inglés, Auditory Brainstem Response) evalúan la respuesta del nervio auditivo y del tronco cerebral a los sonidos. Se colocan pequeños electrodos adhesivos en la cabeza del bebé (generalmente en la frente y detrás de las orejas o en la nuca) y se presentan sonidos suaves a través de pequeños auriculares o audífonos insertados en los oídos. Los electrodos registran la actividad eléctrica del cerebro en respuesta a estos sonidos, mostrando cómo la señal auditiva viaja hacia el cerebro.
En muchos programas se utiliza una versión automatizada (PEATC-A o AABR), que simplifica la interpretación de los resultados para el cribado.
Las imágenes de una prueba PEATC mostrarían al bebé, usualmente dormido, con pequeños parches (electrodos) adheridos a su frente y posiblemente cerca de las orejas, conectados por cables finos a un equipo de registro. También se verían los pequeños auriculares colocados en sus oídos. La imagen transmitiría la naturaleza no invasiva y la tranquilidad del entorno.
Prueba de Potenciales Evocados Auditivos de Tronco Cerebral (PEATC) con electrodos en la cabeza del bebé.
Algunos programas de cribado pueden utilizar ambas pruebas (EOA y PEATC-A) para aumentar la precisión de la detección, especialmente en unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN), donde los bebés pueden tener mayor riesgo de ciertos tipos de pérdida auditiva.
Para comprender mejor las diferencias y similitudes entre las dos pruebas principales de cribado auditivo neonatal, el siguiente gráfico compara varios aspectos clave. Ambas pruebas son herramientas valiosas, pero evalúan diferentes partes del sistema auditivo y pueden ser más adecuadas en distintas situaciones.
Este gráfico ilustra cómo las EOA tienden a ser más rápidas pero proporcionan información más limitada (principalmente sobre la cóclea), mientras que los PEATC ofrecen una evaluación más completa de la vía auditiva hasta el tronco cerebral, aunque pueden llevar un poco más de tiempo y ser más sensibles al estado del bebé y a problemas en el oído medio.
El proceso de cribado no termina con la primera prueba. Entender el camino completo ayuda a los padres a saber qué esperar.
Este mapa mental ilustra el flujo típico: una prueba inicial, seguida de una repetición si el resultado es "No Pasa". Si la segunda prueba también resulta "No Pasa", se deriva al bebé para una evaluación audiológica completa y un diagnóstico definitivo. El objetivo es confirmar cualquier pérdida auditiva e iniciar la intervención lo antes posible, idealmente antes de los seis meses de vida.
Un resultado de "No Pasa" en el cribado no significa necesariamente que el bebé tenga una pérdida auditiva permanente. Puede deberse a factores temporales como líquido en el oído medio (común después del parto), ruido ambiental durante la prueba o movimiento del bebé. Por eso es crucial realizar la prueba de seguimiento.
Si las pruebas de cribado repetidas indican una posible pérdida auditiva, el bebé será derivado a un audiólogo pediátrico (especialista en audición infantil) o a un otólogo pediátrico (médico especialista en oídos) para realizar pruebas diagnósticas más exhaustivas y determinar el tipo y grado de la pérdida auditiva, si la hubiera.
Para tener una idea más clara de cómo se vive el momento del cribado auditivo y su importancia, este vídeo ofrece una excelente explicación:
Este vídeo, "¿Cómo sé que mi bebé oye bien? SCREENING AUDITIVO NEONATAL", aborda las preguntas comunes de los padres sobre la audición de sus bebés y explica visualmente en qué consiste el screening auditivo, reforzando la tranquilidad que ofrece esta prueba esencial.
Aquí tienes una tabla que resume las características clave de las dos pruebas de cribado auditivo neonatal más comunes:
Característica | Emisiones Otoacústicas (EOA) | Potenciales Evocados Auditivos de Tronco Cerebral (PEATC/ABR) |
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Principio de Funcionamiento | Mide los ecos ("emisiones") generados por las células ciliadas externas de la cóclea en respuesta al sonido. | Mide la actividad eléctrica del nervio auditivo y el tronco cerebral en respuesta al sonido. |
¿Qué Evalúa? | Principalmente la función de la cóclea (oído interno). | Toda la vía auditiva desde el oído externo hasta el tronco cerebral. Puede detectar neuropatía auditiva. |
Procedimiento Visual | Pequeña sonda/auricular en el conducto auditivo. | Electrodos adhesivos en la cabeza y auriculares/sondas en los oídos. |
Duración Estimada | Muy rápida (pocos minutos por oído). | Algo más larga (5-20 minutos por oído). |
Sensibilidad a Condiciones del Oído Medio | Alta (líquido o cerumen pueden afectar el resultado). | Menos afectada por líquido, pero puede verse influenciada. La versión automatizada (PEATC-A) es robusta. |
Información Proporcionada | Indica si la cóclea responde (Pasa/No Pasa). No mide el grado de pérdida. | Indica si la señal auditiva llega al tronco cerebral (Pasa/No Pasa). Las versiones diagnósticas pueden estimar umbrales auditivos. |
Necesidad de Calma/Sueño del Bebé | Alta (el movimiento o llanto interfiere). | Alta (el movimiento o llanto interfiere con el registro eléctrico). |
No, ambas pruebas (EOA y PEATC) son completamente indoloras y no invasivas. Se realizan mientras el bebé está tranquilo o dormido para minimizar cualquier posible incomodidad por la manipulación.
Idealmente, el cribado se realiza antes de que el bebé reciba el alta hospitalaria tras nacer. Si no es posible, se recomienda hacerlo antes del primer mes de vida.
No necesariamente. Un resultado de "No Pasa" indica que se necesita una reevaluación. Puede deberse a razones temporales como líquido en el oído o ruido durante la prueba. Es fundamental acudir a la cita de seguimiento para repetir la prueba o realizar una evaluación diagnóstica completa.
Si se confirma una hipoacusia, se iniciará un plan de intervención temprana lo antes posible (idealmente antes de los 6 meses). Este plan puede incluir el uso de audífonos, terapia auditivo-verbal, implantes cocleares (en casos específicos) y apoyo familiar, adaptado a las necesidades individuales del niño.